miércoles, 18 de abril de 2012

EXCESO NATURAL, por Masaaki Hatsumi
Del Libro " El Ninja Moderno "
www.seigancreativo.com
Pensar unicamente en el desarrollo y perfección del
hombre, encuentro que semejante tema de conversación tiene
un aire falso, le faltan la inocencia y malicia que caracterizan a
los humanos.
Hay una famosa historia de un castillo en Bohemia cuyos
soldados arrojaron mierda al enemigo durante el asalto a la
fortaleza. Desde las murallas del castillo se catapultaron kilos y
kilos de excrementos hacia los más de dos mil carros que se
preparaban para el asalto, la infantería, que también recibió su
parte, empezó a abandonar el campo de batalla y de este modo,
en pocas horas, aquel formidable ejército fue derrotado. Se dice
que durante días aquel olor infecto se extendió en varios
kilómetros a la redonda, pero que fue recibido con alegría. De
este modo la historia de supervivencia del hombre y la mierda
van unidas.
Hoy en día tenemos todas las facilidades, en el cuarto de
baño apretamos un botón y el agua corre, arrastra las inmundicias
e incluso el olor desaparece gracias a un extractor. Antiguamente,
el vivir en contacto con la naturaleza nos ayudaba y enseñaba
muchas cosas. Cuando yo era pequeño me gustaba mucho ir a
casa de unos parientes lejanos. Recuerdo que para mí, su mayor
atractivo era ver, cerca de su casa, el depósito de excrementos
con los que abonaban la tierra.
Sólo me gustaría dejar constancia de que si se desea hablar
de perfección, es necesario reconocer que también existe una
parte sucia y completamente natural que forma parte indisoluble
del hombre. En definitiva, la perfección y máximo desarrollo
del hombre, son temas que no sirven ni siquiera de abono. Una
conversación en la que no aparecezcan elementos que de alguna
manera nos recuerden, algo tan natural como los pedos u otras
suciedades del hombre, carece de todo sentido.
¿Acaso un hombre no se entrega alguna vez a la bebida, a
las mujeres o al juego? De cualquier manera, a pesar de que
seamos arrastrados por una u otra corriente, lo que marca la
diferencia, para poder salir, entre unos y otros es la capacidad
de nadar contra corriente o de usar una rama de bambú y respirar
bajo el agua mientras la corriente pasa por encima. De una u
otra manera, a este individuo que por sí solo es capaz de
solucionar la situación, no hay porque definirlo como un hombre
completo, sino como alguien que a través de la experiencia,
práctica en determinada «corriente», ha madurado y sabe
desenvolverse en ella. Creo que disparates como la perfección
y máximo desarrollo del hombre, son temas a los que los grandes
hombres nunca prestaron demasiada atención.

5 N. del traductor: Es un famoso refrán japonés, «kami hitoe» donde el autor hace un curioso
juego de palabras, (pelo y papel se pronuncian igual en japonés). A través de este juego
homófono se unen su anécdota y el dicho popular (podría traducirse como «por los pelos»
en este caso concreto, «por el filo de un papel»)

No hay comentarios:

Publicar un comentario